'Metrópolis'
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El diseñador de producción es el jefe principal del departamento de arte y desempeña un papel crucial ayudando al director a crear el aspecto visual de la película. Es además el encargado de entregar al productor los requerimientos técnicos, presupuestos y tiempos necesarios en todo lo concerniente al departamento. Una vez se tiene guion definitivo y director es la siguiente figura contratada por el productor. Por tanto, se puede decir que trabaja durante toda la producción de una película. Tiene la última palabra en cuanto a diseño y construcción de decorados, vestuario, maquillaje y efectos visuales en la post-producción.
Este profesional trabaja en estrecha colaboración con el director artístico y el diseñador de vestuario. También, aunque no pertenezcan al mismo departamento, es muy importante que esté en sintonía con el director de fotografía pues, se han dado casos, en que, por ejemplo, los colores de un decorado han cambiado por completo para descontento del diseñador de producción.
Otto Hunte, Erich Kettelhut y Karl Vollbrecht en el set de Metropolis. |
Fotograma de'Lo que el viento se llevó' |
Más tarde licenciados de bellas artes ocuparon también este puesto. El legendario William C. Menzies se hizo cargo del diseño de producción de ‘Lo que el viento se llevó’ (Victor Fleming, 1939) y llego a dirigir películas de ciencia ficción en las que la ambientación y los decorados tenían una presencia extraordinaria y que las convirtió en clásicos de la historia del cine. ‘La vida futura’ (Things to come, 1936) o ‘Los invasores de Marte’ (1953) son buenos ejemplos.
Dibujo de Gil Parrondo para un decorado |
Otro de los más grandes diseñadores de producción es el español Gil Parrondo, que estudió arte y arquitectura en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Gil trabajó con los mejores directores internacionales de los 50, 60 y 70: Orson Welles (Mister Arkadin, 1955), David Lean (‘Lawrence de Arabia’, ‘Doctor Zhivago’), Franklin J. Schaffner (‘Patton’, ‘Nicolás y Alejandra’), George Cukor (‘Viajes con mi tia’), John Milius (‘El viento y el León’). Para ‘Lawrence de Arabia’, Parrondo contribuyó a recrear la ciudad de Aqaba con la construcción de hasta 300 edificios, en la playa del Algarrobico, Almería. De los directores españoles destacan sus trabajos con José Luis Garcí (‘Volver a empezar’, ‘El abuelo’) o Jaime Chávarri (‘Las bicicletas son para el verano’). Fue merecedor de dos premios Óscar en la categoría de dirección artística, siendo el primer español en conseguirlo. También fue galardonado con cuatro Goyas. Para más información sobre Gil Parrondo haz click aquí.
Poblado del oeste de Mini-Hollywood en Almería |
Carlo Simi diseñó el poblado del oeste hoy conocido como Parque-Oasys Mini-Hollywood en Tabernas, Almería para la película ‘La muerte tenía un precio’ (1965) así como el gran rancho de ‘Hasta que llegó su hora’ (1968) ambas de Sergio Leone. Estos son ejemplos de arquitectura efímera que se convierten en permanente y en motor económico de una población.
En la actualidad destaca Alec McDowell que se inició en la profesión diseñando la escenografía de videoclips para Madonna o Michael Jackson en los ochenta. En 1994 McDowell entra en el cine ocupándose de los decorados de ‘El cuervo’ (Alex Proyas).
En 2002 se estrena ‘Minority Report’. Ya en 1999 su director, el genial Steven Spielberg juntó durante varios días a quince expertos para un brain storming. El objetivo era reunir los datos suficientes para recrear, lo más fielmente posible, como sería el futuro en los próximos 50 años. Entre los expertos estaba el arquitecto Peter Calthorpe, especializado en urbanismo. Alex McDowell fue el encargado de custodiar lo que se llamó el ‘2054 bible’, un documento de 80 páginas en el que había aspectos arquitectónicos, socioeconómicos, políticos y tecnológicos, el germen para diseñar el ambiente de la nueva película de Spielberg.
Fotograma de 'Minority Report' |
McDowell pidió la colaboración de otro arquitecto Greg Lynn, familiarizado con el uso de la animación y diseño gráfico y un estudioso de como las formas biológicas tienen una predisposición inherente para resistir cargas y su aplicación en estructuras para edificios. El punto de vista de un arquitecto es, por tanto, imprescindible cuando se busca verosimilitud.
Volviendo al tema de la formación, hoy en día sigue sin existir una línea establecida para llegar a ejercer esta profesión, aunque ya existen escuelas especializadas que ofrecen cursos específicos sobre el diseño de producción cinematográfica. De cualquier manera, aunque no existe un único camino para llegar a convertirse en un buen diseñador de producción sí que hay una serie de habilidades que han de ser comunes a todos ellos: tener talento para el diseño y la visión espacial, saber lo suficiente de arquitectura y construcción, controlar las nuevas tecnologías en cuanto a animación 3d, dominar las distintas corrientes artísticas (tanto las precedentes como las actuales), estar al día de la actualidad informativa y de la moda, conocer los acontecimientos y épocas históricas más relevantes y por último ser un buen investigador para poder recopilar todas las referencias necesarias para crear el aspecto visual de una película. A todo esto hay que sumar que un buen diseñador de producción ha de ser muy observador para captar todo lo que le rodea y poder luego aplicarlo a sus proyectos visuales.
Es importante, por último, remarcar que una película no es un documental, es una obra de ficción y por tanto el aspecto visual ha de estar siempre al servicio del guion. Un buen diseñador de producción no es aquel que recrea a la perfección el aspecto de una ciudad del siglo XI, sino aquel que es capaz de crear con la suficiente verosimilitud una urbe medieval para el espectador del siglo XXI.
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